De qué manera el uso excesivo de internet lo perjudica
El uso excesivo de internet puede ser muy malo, a tal punto que, a largo plazo, puede hacer menos inteligentes a las personas, así como más susceptibles a la ansiedad y a la depresión.
Eso fue lo que aseguró el neurocientífico Fabiano Abreu, miembro de la Sociedad Brasileña de Neurociencia y de la Sociaety for Neuroscience, de Estados Unidos, en su artículo publicado en la revista científica Ciencia Latina. En el texto, el especialista detalla el impacto del uso inadecuado de las redes sociales en las capacidades cognitivas individuales y sociales.
¿Qué debe saber?
De acuerdo con el neurocientífico, el círculo vicioso del uso excesivo de internet tiene una explicación, porque las experiencias virtuales están hechas para darle placer al usuario. «Cuando una persona navega o siente placer, el cerebro libera hormonas asociadas al bien estar, como endorfina y dopamina. Este placer momentáneo provoca que las personas usen cada vez más las redes sociales, terminando en una actividad viciosa en la que el cerebro busca cada vez más dopamina», explicó Abreu. A largo plazo, la persona empieza a sentir ansiedad, un sentimiento que perjudica la atención, el enfoque y la memoria. «Este círculo nos pone en una situación de ansiedad que perjudica nuestra atención y provoca la ausencia del enfoque. De esta manera, se pierde la memoria, y sin memoria no se adquiere conocimiento. Con menos conocimiento, nos volvemos menos inteligentes», afirmó el especialista. Además de los impactos cognitivos, el uso excesivo de internet puede perjudicar la salud psicológica y emocional, haciendo a la persona más susceptible a la ansiedad y a la depresión.
Vale la pena destacar que:
Son exactamente estas condiciones las que invaden la vida de una persona adicta a internet. La adicción, aunque en gran medida se deba al uso de diversos tipos de sustancias, como el alcohol y otras drogas, también se caracteriza por un tipo de comportamiento repetitivo y abusivo, estrictamente relacionado con las sensaciones que dan un falso y momentáneo placer.