La vasija y el creador
«¡Ay del que contiende con su Hacedor! ¡Ay del que no es más que un tiesto entre los tiestos de la tierra! ¿Acaso el barro le reclama al alfarero: «¡Fíjate en lo que haces! ¡Tu vasija no tiene agarraderas!»?» (Isaías 45:9).
Nosotros, las criaturas, somos infinitamente insignificantes ante la Grandeza de Dios. Solo quien no Lo conoce y no sabe de Su Poder, tendría la audacia de cuestionarle cualquier cosa al Altísimo. Únicamente quien Lo ve en la naturaleza, en la bella creación hecha solo por Sus Palabras y Benditas Manos, Lo comprende, Lo adora y Lo glorifica. Por Ester Bezerra
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