Fin de los tiempos: una pelea entre hermanos termina en muerte
El amor por el prójimo se está enfriando
¿Quién nunca escuchó de Caín y Abel? La historia bíblica es narrada en el libro de Génesis, capítulo 4. De acuerdo con las Santas Escrituras, en aquella época, ellos practicaron actos de adoración al Señor, sacrificando parte de sus producciones. Cada vez que hacían ofrendas para el Señor, Él se agradaba de las que Abel ofrecía, pero esto no sucedió con las de Caín. Eso se justifica por el hecho de que Abel ofrecía las primicias, es decir, los primeros y mejores frutos para dedicárselos al Señor, indicando con esto, un corazón enfocado en Él. En cambio, Caín ofrecía lo que restaba de la cosecha, convirtiendo su ofrenda para el Señor en un acto sin importancia. El resultado de eso fue que el Señor se agradó de la ofrenda de Abel, causando la envidia de su hermano, Caín. Levantándose contra Abel, Caín lo mato, haciendo de este acto como el primer homicidio que hubo: “Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató.” (Génesis 4:8).
Días actuales
Personas diferentes, escenario diferente, pero la triste realidad de un hermano matando al otro puede considerarse el mismo. Fue lo que sucedió, en Mauá, Brasil. Junior de Jesús, de 30 años, mató a su propio hermano, Judson Jesús Batista, de 28. Según la policía, la víctima era esquizofrénica y usuaria de las drogas, y solía acarrearles problemas a la familia a causa del vicio. El hermano, Junior, con la ayuda de un amigo, decidió agredir a Judson después de una discusión. La víctima fue inmovilizada y agredida hasta caer inconsciente.
El amor por el prójimo se está enfriando
Una vez, el Señor Jesús fue interrogado por Sus discípulos sobre cuáles serían las señales de Su venida. Rumores de guerra, catástrofes naturales, muertes, enfermedades, hambre, fueron mencionados por Él como sucesos que preceden Su venida. Pero, una señal en especial llama la atención: “… y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.” (Mateo 24:12). ¿Y acaso no es eso lo que vemos diariamente en las noticias? Guerras, asesinatos, violaciones, secuestros. Hijos quitándoles la vida a los padres, padres atentando contra la vida de los hijos, hermano contra hermano, mujeres siendo agredidas y asesinadas por su propio marido y viceversa.
La Palabra de Dios afirma: “E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.” (Mateo 24:29-31). Al constatar que llegamos a una época en la que una persona es capaz de quitarle la vida a su propio hermano, sin que eso no le cause ningún dolor, no hay duda de que ya nos encontramos en el auge de la frialdad y de la ausencia de amor. Por eso, haga una autoevaluación de la situación. ¿Acaso usted ha cultivado la “dureza de corazón”(Hebreos 3:8; 4:7) y ha perdido el amor por Dios y también por su prójimo?
Salvación del alma
Todos los miércoles, en el Templo de la Fe y en todas las Universal del país, se lleva a cabo la Noche de la Salvación del Alma. Una reunión cuya finalidad es el desarrollo de la fe y la madurez espiritual del cristiano. Le esperamos en la Av. Cañoto #259, entre Junín y Florida. Los horarios son: 7 a. m., 10 a. m., 4 p. m. y, especialmente, 7:30 p. m. Si desea encontrar la Universal más cercana a su domicilio, visite la agenda de direcciones.
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