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¿Es posible proteger a tu familia de la envidia?


¿Cuántas serían las supuestas «amigas» que dicen…?: «Qué bella familia tienes; tu esposo y tus hijos son maravillosos. Qué envidia, pero de la buena, ¿ok?». No se tiene una estimación de cuántos casos hay, pero con seguridad podrían ser millones. Las personas pueden envidiar cualquier cosa; no obstante, uno de los «bienes» más codiciados es precisamente una familia bien constituida. ¿Quién no se imagina teniendo un hogar como la foto de un portarretrato o de película, casi de ensueño? No es malo tener el anhelo de formar una familia, el problema es que quienes no logran ver esto hecho realidad (o al menos no valoran lo que poseen), terminan deseando lo que tiene el prójimo. Pero, la envidia no solo consiste en codiciar lo que poseen los demás, sino que también impulsa a algunos a destruir lo que tiene el vecino, la amiga o incluso otros parientes. La propia frustración de no poder encontrar la felicidad suele llevar a algunos a pensar: «Si no soy feliz, ¿por qué ella tiene que serlo también?». Y cuando esta idea es alimentada, llega un momento en el que la persona, dominada por el sentimiento, busca el modo de arruinar la vida de los demás a fin de que terminen en igual o peor condición que ella. Ahí es en donde muchos se vuelven víctimas de una maldición o de un trabajo de brujería, cuyo objetivo es terminar con un hogar, lograr que caigan económicamente, que la pareja se separe, que los hijos o algún integrante termine en el alcohol o las drogas, etc. Acaba con la envidia que hay en tu familia Muchos subestiman cuán dañina puede ser la envidia. Sin embargo, vencerla no implica ir en contra de las personas, sino atacar a la fuente: el mal. ¿Y cómo? La clave está en acercarte a Dios (lee Proverbios 23:17) y que, a través de tu fe en Su Palabra, determines que toda obra maligna sea arrancada de tu vida y la de tus seres queridos. Por eso, este viernes 25 de agosto, en todas las Universal, se hará un clamor de poder en la reunión de Liberación Espiritual, en la que también tendrás la oportunidad de recibir por medio de tu entrega a Dios la protección contra la envidia, brujería, mal de ojo, etc. Te esperamos especialmente a las 7:30 p. m. en Av. Cañoto # 259, primer anillo. O bien, en la Universal más cercana.

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