Encuentro con Dios
«Entonces llegaré al altar de Dios, a Dios, mi supremo gozo; y al son de la lira te alabaré, oh Dios, Dios mío» (Salmos 43:4).
En el Altar encontramos y hablamos con un grandioso Dios, que nos rodea con genuino gozo y paz. Dándonos motivos para honrarlo con nuestras vidas limpias, manteniéndonos alejados del pecado.
Por Ester Bezerra
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