Ayuno de Daniel: un momento para reflexionar sobre su vida con Dios
Cierta vez, el Señor Jesús dijo, en Juan 3, que el que nace en este mundo vive según la naturaleza humana (que está alejada de Dios y llena de fallas).
Por eso, para que la persona sea una ciudadana del Reino de los Cielos, es necesario que nazca del Espíritu Santo. Es decir, necesita recibir de Dios la naturaleza celestial, que es una transformación completa de su mente y de su interior.
Así, el trabajo del Espíritu Santo es hacernos como el Señor Jesús; pasamos a vivir en este mundo como Él vivió.
“Cuando una persona tiene al Espíritu Santo, entonces, obligatoriamente, de su interior debe fluir vida para las demás personas”, explicó el obispo Edir Macedo, durante la meditación matutina del 29 de noviembre.
En otras palabras, la persona les transmite paz, bondad, paciencia y otros atributos del Espíritu Santo a los que están a su alrededor, y comienza a vivir como la Biblia enseña.
Por este motivo, entre los días 11 y 31 de diciembre, se llevará a cabo en todas las Universal el propósito especial del “Ayuno de Daniel”.
Será un momento para los que aún no tuvieron una experiencia del verdadero bautismo con el Espíritu Santo, y para los que ya fueron sellados fortalezcan sus votos con Él.
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