top of page

¿Tú aprecias a Dios o te aprovechas de Él?

La verdad es que muchos se escudan en la misericordia divina para hacer y decir lo que bien les parece

Por más cruel que sea admitir que muchas mujeres son interesadas y se atiborran de la gracia y misericordia del Altísimo, esa es la más pura verdad. A ellas poco les importa lo que conscientemente hacen o dejan de hacer, una vez que abrazan ese hecho como un grande escudo universal y hacen de él una coartada. También hay quienes aprecian a Dios por lo que Él es y por Sus características, Sus cualidades y, sobre todo, Su carácter; pero hay otros que solo recurren a Él para pedir Su misericordia y se aprovechan de eso. Al escudarse en la misericordia divina, ellas crean un subtipo de «amor» que es interesado y que busca prioritariamente agradarse a sí mismo, realidad que contradice lo que dice en Salmos 89:1-5, en donde el salmista narra su voluntad de compartir cuánto le impresiona la bondad de Dios, pero no lo hace para llamar la atención: «Por siempre cantaré de las misericordias del Señor; con mi boca daré a conocer tu fidelidad a todas las generaciones. Porque dije: Para siempre será edificada la misericordia; en los cielos mismos establecerás tu fidelidad. Yo he hecho un pacto con mi escogido, he jurado a David mi siervo: Estableceré tu descendencia para siempre, y edificaré tu trono por todas las generaciones. Los cielos alabarán tus maravillas, Señor, y también tu fidelidad en la asamblea de los santos». A veces, miramos a una persona y decimos que es simpática, agradable y leal. Nosotros señalamos ciertas características, pero no mencionamos otras porque no las vemos en aquella persona. Pero nuestro Dios tiene todas las características divinas. La fidelidad de Dios es mal aprovechada por muchas personas. Por ejemplo, cuántas no pecan porque muy en el fondo piensan que Él entiende, aguanta, tolera, perdona y no va a tener eso en cuenta. Se están aprovechando de la misericordia, de la bondad de Dios. Vale la pena resaltar que la persona fiel es alguien que no cambia, a pesar de las circunstancias. Normalmente, quien es fiel sufre porque se aprovechan de su fidelidad. Juego de intereses Saber —pero sin entender— que Dios es rico en misericordia (Efesios 2:4-5) y que Sus misericordias son inagotables (Lamentaciones 3:22) puede inducir y convencer a muchas mujeres que eso es suficiente para conocerlo, pero ellas se engañan. Es como si estuvieras casada con una persona, solo aprovechándote de su cariño, por el hecho de que ella te es fiel, pero solo estás abusando de su paciencia, de su amor y de su cariño. ¿Qué tipo de relación es esa? Es abusiva. ¿Cuántas personas no abusan de Dios también? Quien abusa del amor de Dios no consigue establecer una intimidad con Él porque vive en una relación superficial, frágil y bastante limitada. Al final de cuentas, ¿cómo amar a alguien por partes y no por entero? No obstante, la indiferencia de muchos no puede cambiar quién es Dios: Él no va a dejar de perdonar, de ser fiel ni de cumplir Su Palabra. Siendo una copia El mismo carácter genuino forma parte de quien Lo tiene. A veces parece que la persona es boba, pero, quien conoce a Dios, Lo aprecia y Lo imita. ¿Cuántas veces no le eres fiel a una persona y ella no te es fiel a ti y tú cambias con ella? Solo que, en ese momento, te dejas de parecer a Dios. Las cosas que el ser humano hace contra Dios son terribles y Él lo aguanta, Él no cambia, Él no desiste de Su propósito, que es ganar a esa alma y tener una unión con esa persona. La buena noticia es que apreciar a Dios, al punto de parecerse a Él, puede ser aprendido: aprende a apreciarlo y aprecia lo que Él te ha dado. Quien no sabe apreciar, permanece murmurando, reclamando, mirando a todos lados y para la vida de los demás.

bottom of page