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Todo comienza en tu mente


Antes de que el cuerpo sea transformado de no saludable a saludable, la mente que está en ese cuerpo debe ser transformada; antes de que un matrimonio pueda transformarse, la mente de los cónyuges debe ser transformada; antes de que una empresa pueda transformarse, la mente del conductor del negocio debe cambiar y luego la de sus empleados. De hecho, todos los cambios surgen primero en la mente. Incluso todos los inventos humanos existieron primero en la mente y luego adquirieron existencia física, es decir, la mente humana es la gran creadora de las cosas. Dios nos hizo a Su imagen y semejanza, dándonos el poder de generar y transformar las cosas usando este poder mental. En Romanos 12:12 está escrito que no nos conformemos a este mundo, es decir, que no nos adaptemos a lo que nos rodea si no es bueno. La lección es que nuestra mente se vuelve obsoleta, no se mantiene en buen estado, limpia y sirviendo. La tendencia de una mente no renovada es aferrarse a ideas que no funcionan. Por ejemplo: hay quienes sufren en el matrimonio por estar aferrados a ideas que no sirven para el matrimonio. En este caso, la persona no esta casada con el cónyuge, sino con sus propias ideas. Esto puede ocurrir en todas las áreas de nuestra vida. Es necesario renovar la mente para no envejecer espiritualmente. La mayor locura de las personas es desear la transformación externa, pero por dentro, continúan casadas con viejas ideas, conceptos, creencias y formas. Si no hay transformación de la mente, no habrá cambios externos. ¿Y existe mejor forma de renovar la mente que llenarla con las Enseñanzas de Aquel que nos creó? ¡La mente de Dios es superior a la humana, por supuesto! Entonces, debemos apegarnos a lo que Él quiere enseñar, no volvernos esclavos de ideologías, filosofías, comportamientos y tradiciones creadas por los humanos obsoletos. Si uno va a seguir a alguien o algo, ¿por qué no al más grande de todos, quien es el más inteligente, creador de todo, quien te hizo a ti y a tu mente? Si quieres cambiar algo extremadamente, a tu alrededor, primero cambia de mente. Cuando hay esta renovación, uno experimenta la buena, agradable y perfecta Voluntad de Dios y Su Voluntad nunca será mala. Es cuestión de inteligencia, de escuchar Su Palabra y así tener tu mente y toda tu vida transformada.

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