Saciados y liberados de la esclavitud
«Y ellos le dijeron: Así dice Ezequías: «Este día es día de angustia, de reprensión y de desprecio, pues hijos están para nacer, pero no hay fuerzas para dar a luz.» (2 Reyes 19:3). El profeta Ezequías vivió en días como estos que hemos vivido. Días de dolor, sufrimiento, blasfemias, guerras y todo tipo de injusticias. El pueblo anhela una roca en qué apoyarse y la luz del Evangelio necesita llegar hasta ellos. Oremos para que Sus siervos se acerquen a ellos y les den del Agua Viva; así, nunca más tendrán sed, porque serán libres de toda esclavitud. Por Ester Bezerra
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