¿Por qué vigilar?
«El destructor ha subido contra ti. Monta guardia en la fortaleza, vigila el camino; fortalece tus lomos, refuerza más tu poder.» (Nahúm 2:1).
Sabemos que el diablo vive alrededor de los que temen a Dios. Por eso, guardamos nuestros corazones para no pecar. Es en ese cuidado y dirección del Espíritu Santo, que fortalecemos nuestros brazos para servirle con una fe inteligente.
Por Ester Bezerra
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