Pies guardados
«No temerás el pavor repentino, ni el ataque de los impíos cuando venga, porque el Señor será tu confianza, y guardará tu pie de ser apresado.» (Proverbios 3:25-26).
Los malos siempre están perjudicando a los justos con mentiras, traiciones y hasta robos, pero los que esperan en el Señor tendrán sus pies guardados de las trampas del diablo y siempre seguirán prevaleciendo.
Por Ester Bezerra
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