Perturbación y posesión maligna: ¿por qué ocurre?
El sufrimiento es una de las consecuencias de la invocación de espíritus malignos
Por lo general, la impaciencia lleva a la gente a tomar decisiones precipitadas de las que podrían retractarse. Un claro ejemplo son los que, en lugar de tomar actitudes y esforzarse por encontrar a la persona adecuada en el amor, prefieren el camino más fácil: la brujería.
En esos casos, si alguien ya les llamó la atención, de inmediato buscan un ritual o hechizo para que él o ella les corresponda. Algunos de los trabajos más conocidos sobre este tema son el endulzamiento (que se realiza para, supuestamente, potenciar los sentimientos positivos hacia alguien), o el amarre de amor (en el que se busca atraer a la persona, que haya pasión y «alejar» a terceras personas de la relación). Incluso, no toman en cuenta si a quien quieren atraer tiene pareja o ya formó una familia.
Por otra parte, están aquellos que buscan atraer el dinero y recurren a la magia o amuletos con el fin de cumplir su objetivo. Encender velas, llevar cuarzos, decretar con monedas (pedirle a un ente sobrenatural que aquello que se desea se pueda cumplir), etc., son algunos ejemplos. Hasta hay personas capaces de realizar un trabajo para que otro pierda su puesto y se lo den a él o ella.
En fin, existen cientos de recetas y rituales ceremonias para conseguir logros u objetivos. Sin embargo, hay algo oscuro detrás.
Más sufrimiento…
Todo lo que es conseguido por medio de un trabajo o ritual de brujería termina en destrucción. Por más que el trabajo sea de «magia blanca», o si las intenciones de la persona no sean las de perjudicar, se debe saber que, al haber espíritus malignos involucrados, ellos jamás hacen algo que le ayude a la persona a estar bien o tener paz.
De acuerdo con el obispo Edir Macedo, «el diablo es engañador, traicionero y mentiroso. Cuando alguien hace un trabajo o una ofrenda para herir a otra persona, acaba sufriendo más que ella».
Hay que prestarle atención a esto: al no buscar ayuda por el medio correcto, muchos han terminado perturbados (ven sombras, escuchan voces extrañas, tienen delirio de persecución, entre otros síntomas), padeciendo diversos malestares e incluso con la vida amorosa y económica más destruidas que antes.
¿Cómo puedo liberarme de este mal?
El obispo explica que «Jesucristo ya hizo, por toda la humanidad, un sacrificio que le da el derecho de adquirir todas las bendiciones». Solamente Su poder puede destruir, por la fe, toda obra del mal. Entonces, si te identificas con los casos anteriores, necesitas saber que puedes ser libre de toda perturbación; lo que Él espera es que Lo busques de corazón y le entregues totalmente tu vida.
¡Toma esta decisión de fe participando este viernes 1º de marzo en la reunión de Viernes de Liberación Espiritual! Te esperamos en el Templo de la Fe, ubicado en la Avenida Cañoto #259, en el primer anillo, o acude a la Universal más cerca de ti.
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