"...No sentía ganas de vivir, en tres oportunidades intenté quitarme la vida muy violentamente"
"Yo viví situaciones muy difíciles, tenía muchos traumas y fui abusada; eso fue algo que quedó muy marcado en mí, me convertí en una persona solitaria, no sentía amor por mí misma, sentía un vacío tan grande dentro de mí que yo no sentía ganas de vivir, en tres oportunidades intenté quitarme la vida muy violentamente. Yo no podía dormir, veía bultos y sombras, a parte sentía dolores de cabeza que no soportaba…
En mi familia vi que los consejos de mi padre no eran practicados por él, comenzó a tomar mucho, agredía a mi madre y todo eso me llevó a involucrarme en el alcohol, iba a discotecas y clubes, me envolví con malas amistades y malos relacionamientos; estuve a punto de caer en las drogas debido al entorno con el que me había rodeado…
Empecé a tener mucho nerviosismo, caí en la ansiedad por la parte sentimental, me dejé llevar por mi voluntad y por mis deseos, conocí a una persona y en un mes de relación dejó de ser un príncipe y se tornó un lobo, él sabía cómo decirme las cosas y se aprovechó de eso, con él pasé todo tipo de abuso, tanto físico, psicológico y sexual. Siempre decía cosas negativas a mi respecto, no me dejaba ni respirar, me controlaba y me seguía, me llamaba más de 20 veces seguidas, esos son síntomas de una persona que no está bien; él actúo así conmigo hasta que no me quedó otra opción sino sentar una denuncia, lo máximo que él podía estar cerca de mí era de tres metros, él violó eso en algunas oportunidades y se mostraba tan agresivo que yo de solo verlo, todo en mí temblaba, sentía tanto miedo que me dejaba paralizada, pues sabía que en cualquier momento él podría atentar contra mi vida. Todo esto viví cuando estuve fuera de la iglesia, después de haber tenido la oportunidad de tener una nueva vida, pero yo había despreciado esa chance...
Regresé a la iglesia y comencé a perseverar, renuncié a mi voluntad y decidí que a partir de ese momento iba a mirar solo al Señor Jesús, fue así que yo fui bautizada por el Espíritu Santo y el vacío que estaba en mí desapareció, tuve paz dentro de mí. A través de todo lo que viví, Dios me fue moldeando e hizo una transformación en mí.
Perdoné a las personas que me hicieron daño y Dios restauró mi familia, bendijo mi vida sentimental con una persona que también tiene temor a Él, tengo tres años de casada y tenemos un matrimonio feliz, pese a cualquier desentendimiento, el Espíritu Santo nos guía y yo siempre trato de ser esa mujer sabía que edifica su hogar, como dice la Biblia y lo mismo veo en mi esposo, él me cuida y me trata muy bonito, él suma a mi vida y principalmente en la parte espiritual.
Si hoy me preguntan si valió la pena haber tomado la decisión de entregarme, mi respuesta es: De verdad, sí." Adriana Ojeda.
"...y al que viene a Mí, de ningún modo lo echaré fuera." Juan 6:37
Vea, así como la señora Adriana tomó la decisión de volver a los brazos del Señor Jesús y no fue rechazada por Él, usted puede hacer lo mismo, ¿Cuánto tiempo más usted esperará para volver a Dios? Aun tiene una chance, acérquese hoy mismo a la Universal más próxima a su hogar y reciba de Dios una nueva vida.
¡Crea!
Comments