top of page

Limpio y puro


«El de manos limpias y corazón puro; el que no ha alzado su alma a la falsedad, ni jurado con engaño.» (Salmos 24:4)


Llegará a Dios aquel que se humilla delante de Él, y elige dejar todo atrás, como: vanidades, orgullos, mentiras y malas amistades. Así, lo servirá en la justicia, siempre honrándolo con su carácter, digno de ser llamado hijo del Altísimo.

Por Ester Bezerra

Comments


bottom of page