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Día 20°: Esperanza en Dios



La integridad y la rectitud me preserven, porque en Ti espero. Salmos 25:21

Todo pasa en esta vida, lo bueno, lo malo, los momentos alegres y los tristes. Pero la integridad y la rectitud, preserva a los que eligen esperar con confianza en el Señor.

La integridad revela lo que está dentro de uno, es cuando en su interior hay paz, porque ha sido íntegro para con Dios, entregado a Él por entero.

Por otra parte, la rectitud vela por lo que uno es para con los demás, honesto o deshonesto, egoísta o generoso, servidor o aprovechador.

Por eso, elegir ser íntegro para con Dios y recto para con los demás, nos hace tener esperanza. Incluso, para quien no lo sabe, la palabra confianza se deriva de la raíz de esperanza. Solo los que tienen esperanza, esperan.

Los que no la tienen se desesperan, huyen, se corrompen, retroceden, se venden, se rinden al mal y a los malos. Pero los que confían en el Señor, repito, por ser íntegros y rectos, ¡¡jamás se desaniman!!, pues su esperanza aumenta en las tribulaciones y en las aflicciones del día a día.

Cuando somos íntegros en nuestra fe, es decir, cuando nuestra entrega es total, no hay por qué dudar. Pues no Le damos crédito a Dios, sino que Le creemos de verdad, 100%.

Note que estas 2 virtudes revelan la veracidad del Cristianismo de cada uno, porque la integridad y la rectitud nos preservan intactos delante del mal y de los malos.

Ahora bien, claro que ese esperar no es de brazos cruzados, sino de brazos alzados hacia a Él.

El Señor Jesús nos enseña acerca de esta necesidad, vea:

Jesús vino a Galilea proclamando el Evangelio de Dios, y Diciendo:

El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios se ha acercado; arrepentíos y creed en el Evangelio ―Mis enseñanzas. Marcos 1:14-15Un árbol bueno {integridad} no puede producir frutos malos,  ni un árbol malo producir frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego. Mateo 7:18-19

La pregunta que debemos hacernos es:

¿Hemos sido íntegros ―entregados a Dios por completo― y rectos con nuestro prójimo? 

Cada uno debe contestarse esta pregunta a sí mismo.

Deje acá su comentario, seguramente ayudará a otros.

¡Nunca más a oscuras!

¡Y los que ya somos Bautizados con el Espíritu Santo, seamos Usados como nunca antes!

Obispo Júlio Freitas



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