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¿Cuál es el origen de una maldición?


La primera vez que una maldición fue mencionada en la Biblia fue cuando Adán y Eva probaron el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, el cual Dios había ordenado que no comieran. La primera en ser maldecida fue la serpiente por haber inducido a Eva a desobedecer, después Eva por haberse dejado inducir y Adán por haberla escuchado, por ultimo y como consecuencia, la tierra. «Y el Señor Dios dijo a la serpiente: “Por cuanto has hecho esto, maldita serás más que todos los animales, y más que todas las bestias del campo. Sobre tu vientre andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.”» (Génesis 3:14). «A la mujer dijo: “En gran manera multiplicaré tu dolor en el parto, con dolor darás a luz los hijos. Con todo, tu deseo será para tu marido, y él tendrá dominio sobre ti”.» (Génesis 3:16). «Entonces el Señor dijo a Adán: “Por cuanto has escuchado la voz de tu mujer y has comido del árbol del cual te ordené, diciendo: ‘No comerás de él’, maldita será la tierra por tu causa; con trabajo comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás de las plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás”.» (Génesis 3:17-19). Por lo tanto, queda claro que el origen de la maldición está en la desobediencia a Dios. La maldición tomó lugar de la bendición La maldición es un Espíritu que nació en donde nadie esperaría, en el Jardín del Edén. El Jardín del Edén era perfecto, un verdadero paraíso. No había hambre, enfermedad, odio, o cualquier tipo de mal. No existía la muerte. Todo era sublime, perfecto y eterno. La justicia armonizaba la comunión del Creador con la criatura y la naturaleza. Pero con la desobediencia, se inauguró el reino del pecado en el corazón humano y el reino de satanás tomó el lugar del Reino de Dios, y la maldición tomó el lugar de la bendición. ¿Cómo ser libre de la maldición? Aunque el pecado es una maldición de la cual el pecador es esclavo, la única manera de ser libre de ella es huyendo del pecado. Eso fue exactamente lo que hizo Abraham, él abandonó todo aquello que lo podría influenciar a desagradar a Dios. Él dejó la maldición para ser la propia bendición. Gran propósito de fe En marzo daremos inicio en todas las Universal del mundo a un gran propósito de quiebra de las maldiciones. En los próximos días hablaremos más al respecto. Mantente atento a nuestras redes sociales para que estés informado o frecuenta la Universal más próxima a tu hogar.

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