19 de noviembre: únete al Ayuno de Daniel, «Ante el Rostro de Dios»
A partir de hoy 19 de noviembre y hasta el 10 de diciembre, en toda la Universal se estará viviendo el Ayuno de Daniel. Serán 21 días para invertir en nuestra comunión con el Altísimo, para ello, haremos a un lado todas las distracciones e información innecesaria, o que no esté alineada con la fe, para sumergirnos en las cosas de Dios.
Es un periodo propicio para leer Su Palabra, orar más e ir con mayor frecuencia a la iglesia pues, con toda seguridad, el Señor hablará para todos los que estén con la disposición de escuchar y de entregarse con sinceridad. Para recibir el Espíritu Santo y construir una relación con el Santísimo se requiere disposición para negarse a uno mismo y someterse a Su voluntad.
Ante el Rostro de Dios
Las Sagradas Escrituras nos revelan que hubo un hombre que fue honrado con el privilegio de relacionarse personal e íntimamente con el Altísimo:
«Y hablaba el Señor con Moisés cara a cara, como quien habla con un amigo. Después de eso, Moisés regresaba al campamento…» (Éxodo 33:11).
Además, ante el rostro del Todopoderoso, Moisés disfrutaba de una relación íntima con Él, como la de amigos. Y esta relación personal es el mayor deseo del Altísimo para nosotros, los seres humanos, tanto que Se hizo carne a través de Su Hijo para estar entre la humanidad.
Sin embargo, Jesús tenía una misión, la cumplió y fue elevado a los Cielos. Pero, aun así, nos dejó la promesa de un nuevo Consolador, el Espíritu Santo, para que tuviéramos la oportunidad de relacionarnos con el Padre Celestial.
Un honor incomparable
Aunque estar ante el rostro de Dios sea para unos pocos, hoy tenemos un privilegio infinitamente mayor: tener el Espíritu de Dios en nuestro interior. Cuando Lo recibimos, Dios nos habla, nos guía y nos fortalece, incluso en los momentos de mayor debilidad.
«El Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni lo ve ni lo conoce, pero ustedes sí lo conocen porque mora con ustedes y estará en ustedes. No los dejaré huérfanos; vendré a ustedes.» (Juan 14:17-18).
Por lo tanto, si deseas recibirlo, necesitas invertir tu tiempo y fuerzas con sinceridad en este propósito. Participa en el Ayuno de Daniel e invierte en la búsqueda del Espíritu Santo. Recíbelo y Dios hablará contigo como habló con Moisés.
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