Durante esta primavera, ¡quiero ayudarte a lograr cambios significativos en tu vida como nunca!

Hoy veremos el décimo hábito:

10.° Buscá la Presencia de Dios todos los días, como una prioridad absoluta

Este es el hábito que le da sentido a todos los demás.

Si no estás conectado con Dios, aunque madrugues, escribas, te ejercites, perdones y ordenes tu entorno, todo será una rutina sin propósito.

¿Qué significa buscar Su Presencia?

– No es solo orar o leer la Biblia.

– Es anhelar estar con Él, como quien necesita oxígeno para vivir.

– Es poner a Dios en primer lugar, antes que el celular, el trabajo, las noticias, las películas, las redes sociales y las preocupaciones.

– Es hablar con sinceridad, adorar con gratitud y querer escuchar Su Voz en lo profundo del corazón.

Corroborá conmigo lo que está Escrito en la Sagrada Biblia:

El que enciende su lámpara cada mañana, no tropieza en la oscuridad de las dificultades y tentaciones.

¿Cómo aplicar el hábito de buscar la Presencia de Dios?

1.° Dedicá los primeros minutos del día a Dios.

• No importa si son 5 o 30 minutos; lo importante es que sean los primeros.

2.° Hacelo con sinceridad, no por obligación.

• Hablá, cantá, escribí y escuchá, pero hacelo con el corazón abierto.

3.° Hacelo todos los días, sin dar excusas.

• Porque la Presencia de Dios no es una opción, sino el sustento de tu vida.

• Porque no solo te hará florecer, sino que te volverá eterno.

• Hacelo durante esta primavera, para que veas cómo tu vida se transforma de adentro hacia afuera, con paz, poder y propósito.

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¡Nos vemos en la IURD o en las Nubes!

Obispo Julio Freitas